Mail Ministro Fomento

Sr. ministro Me dirijo a Vd y a la presidente del Banco de Santander, Sra. Botin, porque creo que de Vds depende el futuro de la Compañía Trasmediterránea. Como ambos saben llevo desde hace cuatro años advirtiendo del grave peligro que corre esta centenaria naviera abocada, si Dios no lo remedia, a su desaparición. Fue un gravísimo error su privatización y volvió a ser un absoluto despropósito la venta de esta al Grupo Armas; y lo fue porque detrás de esta naviera está el futuro de nuestras líneas de interés general y el control del tráfico marítimo, y muy especialmente el ro.ro, del Sur de Europa. La Compañía Trasmediterránea, desde su privatización en el 2002, sólo ha servido de depósito, por no decir letrina, de disparates a nivel de gestión y deudas; es más, y tal y como he denunciado sistemáticamente, como el vehículo perfecto para más que posibles proyectos de quiebra fraudulenta y reclamo de ayudas y subvenciones. Me dirijo a Vds por última vez para insistir en que, si la Compañía Trasmediterránea no se entrega a una Operadora Marítima independiente para que la reflote seriamente, y cae en manos de grupos como puede ser Boluda, se va a volver a repetir la historia amontonando más deuda que al final caerá en los bolsillos del contribuyente. Y es que la que fue ilustre naviera ha servido para enjuagar las deudas de Acciona con un vaciamiento patrimonial de la Compañía sin precedentes, para posteriormente encubrir las desproporcionadas hipotecas navales del Grupo Armas y, ahora, si acabase en manos del Grupo Boluda, para que continúe esta escalada de acumulación de pasivos, acreedores, emisión de bonos y un sinfín de variantes del endeudamiento que es la consecuencia de una gestión en manos de personas sin ninguna experiencia en el mundo del transporte marítimo. Todos estos grupos están sostenidos por personas sin bagaje y que han convertido el digno oficio de naviero en la burda negociación de ayudas y subvenciones. Trasmediterránea tiene que ser reflotada por el Estado, ya que la privatizó desentendiéndose de a quién se la entregaba y sin que hubiese ni un más mínimo control de lo que ocurría y que, por cierto, fue, como en esta ocasión, advertido de todo lo que iba a acontecer. Es el Estado el que se tiene que hacer cargo de esta deuda porque, tarde o temprano, la tendrá que asumir; y tiene que ponerla en manos de profesionales, reflotarla y, una vez saneada, adjudicada por una cantidad a navieros serios o a esa misma operadora, pero siempre con garantías de mantenimiento de líneas y de renovación de flota. Lo caro a veces es lo más barato, y esta es una de esas ocasiones. Si no hacen Vds esto, en menos de cinco años volveremos a presenciar otra quiebra, pero de mucho más dinero y se habrá dejado el grifo abierto de ayudas y subvenciones que convertirán esa cifra en un auténtico tsunami financiero. Reciban un saludo Rafael Rosselló Cuervas-Mons Capitán de la Marina Mercante 4 de enero 2021

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta al Presidente del Gobierno 19/08/2019

MAIL AL MINISTRO DE FOMENTO 11/05/2020

15º ARTICULO EXPLICATIVO 14 MARZO 2019