REPLICA EN EL ESTRECHO DIGITAL 29 NOV 2017
https://www.elestrechodigital.com/2017/11/29/no-politico-prefiero-ir-frente-derecho/
Efectivamente, he dirigido una carta a una serie de personalidades del Gobierno y de la vida política. Así mismo es cierto que, por deferencia, envié una carta al sindicato de la UGT, y lo hice porque antes de escribir la carta les informé de mi preocupación que ellos, según me dijeron, compartían.
Pero seamos claros porque, por lo menos a mí, no me gusta estar dando rodeos: yo no soy político y prefiero ir de frente, y derecho, al problema que nos ocupa y el motivo de mi ya famosa carta.
Cuando el Estado privatiza la prestigiosa compañía, hace ahora quince años, se la adjudican al Grupo Acciona que nada tenía que ver con el negocio marítimo y la única explicación que hoy en día se me ocurre es que pudiese formar parte de un arreglo para compensar los impuestos de una venta multimillonaria de una empresa de telefonía móvil, y no es que lo afirme, sino que simplemente cabe esa posibilidad, ya que si no es así sería absolutamente incomprensible. El caso es que en quince años la compañía Trasmediterránea ha ido perdiendo flota como han sido las unidades Alcántara, Almudaina, Fast Canarias, Fasta Andalucía, el Santa Cruz de Tenerife, el Murillo, el Greco mientras aumentaba la deuda hasta cotas inimaginables y desproporcionadas para una naviera que quedaba pobre de flota y de rutas, ya que también se fueron perdiendo las líneas de Alicante Orán, las del Interinsular Canario o las de Baleares de alta velocidad con Barcelona y Valencia. La gestión no ha podido ser más nefasta llegando incluso a concursar por la línea de Melilla gratuitamente debiendo, supuestamente, más de ciento veinticinco millones de euros. Por otro lado, como consecuencia de esta mala gestión, se quedaban en la calle más de doscientas cuarenta personas por un ERE que se produjo hace cinco años. Y lo grave es que ahora, si no hacemos algo, estaremos permitiendo una venta que podría llevar a la calle a más de mil quinientas familias y la desaparición de dos compañías más que se sumarían a este deterioro irreversible que se ha llevado a cabo con la Marina Mercante Española en estos últimos años.
Pero si todo esto es extraño, por no decir “indignante”, más lo es que Acciona haya constituido hace dos años una nueva sociedad llamada “Acciona Financiación de Filiales” cuando pocas empresas, entre las que no creo que se encuentren ellos, pueden decir que no deben nada a ningún banco y que se pueden permitir el lujo de autofinanciase; y pocos meses después, exactamente en junio de 2016, Naviera Armas se dirige al Mercado de Londres a emitir bonos que son inmediatamente recibidos con una gran aceptación y alegría, según la propia compañía, y que podría llegar a cifras tan exorbitantes como los seiscientos millones de euros que, sumados a un pasivo de más de ciento veinticinco millones de euros que Acciona asegura que Trasmediterránea le adeuda, se amontonaría en una nueva naviera Armas- Trasmediterránea que nadie en su sano juicio puede comprender cómo podría afrontar; y no es que me quiera meter en temas internos de dos empresas, pero en este caso, con una operación como esta que nos atañe a todos, porque Trasmediterránea forma parte de la historia de la Marina Mercante Española, no deja de ser como mínimo llamativo. Y mientras esto ocurre yo escribo esta carta ofreciendo una posible solución que pasa por la entrega de la centenaria Compañía a una Operadora Marítima que se crearía con personas expertas que evaluasen la verdadera situación de la naviera y que propusiesen un plan de saneamiento, y reflote, y parece ser hay a más de uno le entra colitis espasmódica crónica porque es más fácil ponerse de lado que enfrentase con la realidad.
La situación actual, con esta arriesgada venta de Trasmediterránea a Naviera Armas, pone además en peligro la estabilidad y armonía de la sana competencia en estas líneas de interés nacional, ya que si se fusiona ambas compañías habría situaciones claras de monopolio, por lo que las autoridades también deberían paralizar este intento que sólo se puede calificar de descabellado y de alto riesgo por mucho que se trate de empresas privadas, ya que el bien común debe prevalecer en estos casos.
Rafael Rosselló Cuervas-Mons
Capitán de la Marina Mercante
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