CARTA PRESIDENTE DEL GOBIERNO 07-12-2020

AL PRESIDENTE DEL GOBIERNO CC MINISTRO DE FOMENTO Y DIRECTOR GENERAL DE LA MARINA MERCANTE ASUNTO- CIA TRASMEDITERRÁNEA Sr. presidente De nuevo me dirijo a Vd. por el mismo motivo con el que he ido durante estos años comunicando a Presidencia de Gobierno y al resto de personalidades la situación que atraviesa la Compañía Trasmediterránea y que ha conducido a lo que podría ser una quiebra con indicios delictivos, por lo que lo he puesto en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción y de lo que están todos Vds. informados. Sr. presidente, la situación actual de la Cia Trasmediterránea es un asunto de Estado y de Interés General, ya que atañe, ya no sólo al servicio con nuestros territorios en ultramar, sino al control de las rutas ro-ro del Sur de Europa, por lo que adquiere, al mismo tiempo, categoría de interés estratégico para nuestra economía y seguridad. Al margen de las anomalías que ya he puesto en conocimiento de la Fiscalía y de todas las personalidades y administraciones, hay otro asunto que he creído más oportuno planteárselo a Vd., como presidente del Gobierno, ya que trasciende del ámbito jurídico. Las operaciones de “ingeniería financiera” que está llevando a cabo el Sr. Don Antonio Armas Fernández, al margen de poder ser constitutivas de delito, que eso lo decidirán os Tribunales, podría tratarse de una estrategia de venta fraudulenta a los “fondos buitre” con la cesión de un paquete accionarial superior al 50% del Grupo. Según nuestra Constitución, Artículo 128 1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. 2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general. En este caso este Artículo de la Constitución abre las puertas a poner punto y final a esta serie de despropósitos que nos han llevado a perder la naviera más emblemática de España que garantizaba y rentabilizaba nuestras Líneas de Interés General sin que fuese un sacrificio económico para todos los españoles Ya la mera privatización de la Compañía Trasmediterránea en 2002 no estuvo exenta de críticas y falsedades a nivel contable. Periódico El País 31 de julio del 2002 “El consorcio de empresas liderado por la constructora Acciona y participado entre otras por una empresa propiedad del ex ministro de Asuntos Exteriores Abel Matutes se adjudicó ayer la naviera Trasmediterránea. La venta, anunciada ayer por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), se ha realizado por 259 millones de euros, cifra a la que hay que añadir la asunción de deuda por 210 millones, más 13 millones que se pagarán a los accionistas minoritarios. La presencia del ex ministro y la forma de ejecución de la venta recibió duras críticas por el PSOE”. Evidentemente, y como hoy en día se sabe, esa situación económica que presentaron como excusa para la venta era absolutamente falsa; de hecho, esto decía su presidente Don Miguel Ángel Fernández Villamandos “En el ejercicio 2001 el incremento de ingresos totales de la Compañía estará en torno al 18 por ciento con respecto al año anterior, alcanzando una cifra en torno a los 53.000 millones de pesetas, y los beneficios se situarán en torno a los 2.700 millones de pesetas. En el año 2002 continuaremos, si bien a un ritmo menor, modernizando y renovando nuestras infraestructuras. De hecho, en mayo de 2002 se incorporará a las comunicaciones con Baleares un nuevo buque tipo ropax, que se termina de construir en Izar y bautizado con el nombre de Murillo. A lo largo del año se abordarán también mejoras en las estaciones marítimas de Ceuta y de Tenerife, y la ampliación en Barcelona del área de trabajo para plataformas de carga y la extensión de la pasarela existente". (Más información al respecto en la edición impresa del mes de noviembre de la revista HOSTELTUR, en la que aparece íntegra esta entrevista.)” Es decir, que hablando con términos jurídicos podría tratarse de un suma y sigue a esa “malversación de caudales públicos” que se puso de moda hasta que dejaron a este país en la más absoluta ruina mientras se enriquecían ciertos personajes que no viene al caso mencionar. Pero volviendo a lo que hoy nos compete. Es inviable, no bajo mi punto de vista, sino por sentido común, seguir dando ayudas y concediendo créditos desproporcionados a un señor que si en algo ha destacado es en tener las deudas más abultadas en proporción a su patrimonio de la historia de la Marina Mercante española, y creo no podemos seguir cayendo en ese despilfarro avalado en chatarra que apenas flota. Por otro lado, las dudas de cómo acabar con este disparate nos lo ofrece nuestra propia Constitución, tal y como he señalado en su Artículo 128. Obviamente, el mundo marítimo es pequeño y todos los que pertenecemos a él sabemos lo que, más o menos, se puede estar barajando, y nos encontramos que, si queremos consolidar nuestras rutas del Sur de Europa, nuestras Líneas de Interés Económico y no llevarnos más sobresaltos, tenemos que recuperar la emblemática Compañía Trasmediterránea, ya que si cayesen en manos, por poner un ejemplo, del Grupo Boluda su futuro no creo que llegase ni a tres meses, como ya ocurrió con aquella centenaria Naviera Pinillos que destruyó porque hacía sombra al nombre de una empresa de remolcadores sin ningún abolengo en el mundo del transporte marítimo y a su torpe gestión; eso sin contar su pasivos y deudas que para incrementarlas en otros mil millones tuvo que acudir a la contratación del mismísimo Don Felipe González, todo un escándalo como lo fue la contratación de Don Paulino Rivero por Don Antonio Armas con el mismo propósito, “sacar dinero hasta debajo de las piedras”. Es decir, que las garantías de solidez y experiencia en el mundo marítimo que exceda de conseguir ayudas y créditos son nulas, y creo que este Gobierno actual va con otro espíritu a ese respecto, o por lo menos lo esperamos todos los españoles. Si por el contrario cayese en manos de Balearía, que sí sabe gestionar una naviera, se consolidaría un monopolio y ya sabemos la “picaresca” de los “monopolios encubiertos” como hizo el propio Don Antonio Armas con FRS y que ha conducido a un absoluto disparate en estos tráficos ya fuera de control, todo ello con el escandaloso beneplácito de la CNMC y el que entonces la presidía, el Sr. Marín Quemada, denunciado por mí reiteradas veces por posibles delitos de prevaricación y cohecho. Por todo ello, me atrevo a sugerir una tercera vía que creo es la más sensato y pasa por utilizar el Artículo 128 de nuestra Constitución para “arrebatar de las manos” lo que queda de naviera a Don Antonio Armas y verificar cuántos cientos de millones en ayudas públicas ha recibido y parar esa “sangría” de dinero público de una vez. Por otro lado, creo que la solución es formar una gestora que se haga con esas Líneas de Interés general y de servicio a otros puntos estratégicos que, en los momentos actuales, y con el cambio a nivel mundial que se está produciendo, son de absoluta prioridad, tales como Argelia, Marruecos o Mauritania, por poner algún ejemplo. Es decir, mi propuesta es que esas ayudas y créditos vayan a una nueva gestora que, junto a Balearia, consolide todas estas líneas tuteladas por el Estado y se desplacen estas otras navieras que al final nos van a costar muchísimo dinero, ya no sólo en ayudas, sino en pasivos que acabarán sumados de una forma u otra a la deuda pública, y, de esta manera, podamos organizar este tráfico marítimo de una forma coherente. Siento ser tan crudo hablando, pero desde que finalizó la etapa de Don Rafael Lobeto Lobo como Director general de la Marina Mercante, la incompetencia se ha adueñado de este sector hasta llevarlo a este absoluto caos. Po ello, y teniendo en cuenta el nuevo mundo después de la crisis del Covid al que nos enfrentamos, es indispensable organizar todo nuestro tráfico marítimo con personas con experiencia en el sector y no dejarlo en manos de neófitos que jamás habían gestionado una naviera y que están experimentando a costa del erario. En espera de que mis observaciones puedan servirle para reconducir este asunto del que depende nuestra “seguridad” como país que siempre ha tenido una hegemonía marítima o, como mínimo, un control de sus tráficos marítimos tradicionales, reciba un cordial saludo. Rafel Rosselló Cuervas-Mons Capitán de la Marina Mercante DNI 31.204.362D Esta carta firmada se envía por Correo Administrativo certificada y con acuse de recibo

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